Desde la clandestinidad, y bajo la sombra de una de las tantas cabezas de indios que nos cobijan en los cerros y las montañas de esta bendita nación, en este trascendente momento político por el que atraviesa la república, quiero dirigirme a los radioescuchas de este importante programa, para hacer una breve reseña de la historia de nuestro querido Movimiento que hoy ha llegado a los rincones más recónditos de nuestro país, y Latinoamérica unida.
Obviamente me estoy refiriendo al Rosquismo. Movimiento originado en las entrañas del pueblo, siempre progresista y luchador. ¡¿Qué es el pueblo sino luchadores progresistas?! ¡Se lo dije al tribunal y se los digo a ustedes!... caramba, cuanta verdad… continuemos por favor… En el comienzo fue
Entre gritos, vítores y bombos, surgió la claridad intelectual para denominar este nuevo movimiento como “
Sin embargo muchos empezaron a sugerir que al movimiento rosquero le faltaba organización, verticalidad y un “tach” de progresismo. Las voces se sumaban cada vez más, hasta que alguien vio desde su sillón el cuadro del General y dijo: ¡“che, hay que hacer un partido”!... Así, surgió una vanguardia popular nunca antes vista que hoy todos conocemos con el nombre del PRIz, Partido Rosquista de Izquierda.
Y como todos sabemos, la democracia es el libre juego de unos representantes que representan a otros representantes… hasta llegar tras un largo camino de burocracia sindical a las míticas y milenarias bases. Así, en el marco de las internas partidarias celebradas a todo trapo – tras eternas y memorables noches de glamour, cocktails y after hours - se consolidaron dos corrientes: el EKLEN (Ejercito Kirchnerista de Liberación de Empresarios Nacionales, que planteó desde un principio la importancia de la clandestinidad en la selva misionera, con el objetivo de transformar las bases materiales de la sociedad. Si bien una copa bien llena hace de un rosquero alguien feliz, es necesario el derramamiento cada tanto… sino seguramente se pudrirá
Por hoy es todo desde aquí. El PRIz autoriza la continuación de la programación habitual, hasta que dios o la Rosca lo demanden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario